CORAJUDOS

Juan Diego Luna, el pastor guatemalteco invitado, fue el primer conferencista y animó a los adolescentes valientes a levantarse con fe y coraje.

El pastor Luna comenzó con la lectura de Josué 1:1-6 y en base a ese relato pronunció su discurso. Lo primero que señaló es que se necesita de coraje y valentía para conquistar algunas áreas en nuestra vida, al igual que Josué se armó de valentía y solo por eso pudo entrar en la tierra prometida.

“Cuántos milagros más miraríamos en nuestra vida si tuviéramos la valentía de llevar a Dios a lugares de imposibles”, dijo el predicador al señalar que hay cosas que no hemos alcanzado porque nos falta precisamente valentía, por temor. Por ello, les recordó a cada uno de los presentes: “El Todopoderoso está de tu lado. Se trata de quién está contigo”. Luego, compartió aquello que Dios le enseñó a él mismo acerca de la valentía y dijo “el Señor me ha enseñado fe” de tres maneras distintas:

• Fe como creencia. ¿Cómo vemos a Dios? Debemos saber y creer que es un Dios amoroso, bueno, misericordioso, sanador, proveedor, que nada nos separará de su amor. ¿Cuál es tu creencia? “Tu fe no va a aumentar hasta que estés firme y sólido en tus creencias”. Además, la acción respalda lo que creemos.
• Fe como confianza. No se trata solo de creer, sino también de confiar. Esto implica mantener las convicciones en medio de las pruebas: ante la presión de grupo, en situaciones de tentación, en situaciones de enfermedad. “La situación no puede hacer que mueva mis pies de lo que creo”. Los valientes se mantienen firmes en su convicción.
• Fe como coraje. En este punto, se ejemplificó con Pedro, quien caminó sobre el agua porque sabía que su Señor lo estaba llamando, lo cual demuestra que se atrevió, no le faltó coraje. También se mencionó el ejemplo de Caleb (Números 13:25-30) que hizo callar al pueblo, es decir, accionó su fe y de esa manera puso sus convicciones “en movimiento”.

Así, Luna enseñó a los jóvenes y adolescentes que cada uno de nosotros podemos “mover a Dios”. Para ello, citó dos casos bíblicos: por un lado, la mujer sirofenicia, quien se llenó de coraje para responder a Jesús, que en una primera instancia le dijo no ante su petición, pero luego fue conmovido por su fe.

Por otro lado, la parábola que enseñó Jesús sobre la oración, acerca de un hombre que a medianoche va a pedir pan a su amigo y por causa de importunar, recibe lo que pide. “La oración eficaz y corajuda puede mucho. Hay respuesta de parte de los cielos que nosotros podemos cambiar de la misma forma que cambió la respuesta del vecino”, declaró Luna. Y agregó: “Los cielos están esperando que te llenes de valentía y coraje; Dios quiere que te muevas. Cuando te llenas de fe, Dios te va a seguir dondequiera que tú vayas. Dios quiere moverte de un lugar a otro. Esto está establecido en la Palabra de Dios en Éxodo 33:14, cuando Jehová a Moisés: “Mi presencia irá contigo y te daré descanso” y es una promesa para nosotros hoy.

HEBREOS 11:33/34

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