El primer conferencista de Íntegros 2019 fue el pastor y salmista Marcos Brunet, quien tuvo su participación luego de ministrar la adoración junto a Daniel Calveti.
A modo introductorio, Brunet definió el término “Integridad”, cuyo significado refiere a “intacto, entero, no tocado o no alcanzado por un daño o un mal”. Por ello, indicó que el Señor es especialista en juntar todos los pedazos y volvernos enteros otra vez.
Para desarrollar su tema, el salmista brasileño invitó a todos a la lectura bíblica de 2 Corintios 3:12- 18 y señaló que hay velos puestos por el enemigo o por nosotros mismos en muchos casos.
“Necesitamos de la gracia de Dios que nos transforma por dentro. La única manera es con la cara descubierta. Lo primero que Dios necesita es que desechemos toda hipocresía y que aprendamos a ser vulnerables; vulnerables para permitir que Dios nos cambie. Somos íntegros por el trabajo de su gracia en nosotros. La gracia no es para pecar, es para hacernos caminar íntegramente todos los días”.
De una manera muy didáctica y a través de una representación con ayudantes que se colocaron tres máscaras, se expusieron tres ejemplos de aquellos “velos” que nos impiden ver la gloria del Señor:
1- Soy la mentira: “Convives conmigo. Lo que digo, lo crees y haces que otros lo crean”. Esta es la primera máscara que se personificó. Se recalcó el peligro de comer pan de mentira, porque la palabra con la que nos alimentamos es en definitiva la que nos guía a vivir. Se reveló que “mentira es lo que se comienza a impregnar adentro nuestro, que no es de Dios y que debemos erradicar”. La verdad nos hace libres: Cristo nos guía siempre al Padre de la verdad y no de la mentira. Se acompañó esta enseñanza con la lectura de Salmo 119: 104 .
2- Soy el hombre de acero, el macho, el machismo: “Vos pensás que no estoy en tu vida y esa es mi mejor estrategia. Me fui metiendo de a poco en tu forma de pensar”. Esta máscara involucra muchos aspectos, entre ellos, creer que el hombre tiene razón en todas las cosas o creer que ser hombre es estar con muchas mujeres y por ello puede atar con la pornografía. Pero Dios se hizo HOMBRE y él marcó el camino a seguir, el estándar de la verdadera hombría: el que demuestra amor y sirve a otros.
3- Soy el hombre de araña, que teje telarañas: “Soy la incoherencia, una desconexión entre lo que creo y lo que hago”. Con esta personificación, se enseñó que el enemigo nos llenó de incoherencias, por eso muchas veces hacemos lo malo, cuando aprendimos a hacer el bien. Con la lectura de Jeremías 32:39-41, se impulsó a cada hombre a permitir que el Señor obre coherencia entre su pensamiento y su conducta, porque Él puede hacerlo.
Con estos tres ejemplos, se hizo un llamado a liberarnos desde adentro hacia afuera. En primer lugar, ser hombres de verdad y romper ciclos de engaño que terminan en desgracia; en segundo lugar, ser libres de toda simiente de cultura machista; y por último, ser libres de toda incoherencia.
Para ello, exhortó a vivir humillados delante del Señor, aprendiendo de Jesús. Reconocer si hay máscaras y exponerlas delante del Padre de misericordia, porque “a Él no le asusta nuestra condición”, en palabras de Brunet. Él animó a cada hijo amado de Dios a volver al Señor, sólo así el velo se caerá. “Vamos a quebrantarnos delante del Señor. Ser vulnerables para permitir que Dios nos transforme más y que nuestras familias vean a Jesús en nosotros”, expresó para concluir esta conferencia.