“Padre nuestro seas exaltado, tuyo es el poder, la gloria y la honra”, así daba comienzo a un show impactante que hizo estremecer a todos con su voz y energía. A través de sus canciones, esta neoyorquina, considerada como la mujer que cuenta con una de las voces más potentes y fascinantes del mundo cristiano actual, generó desde el principio un ambiente de fe que mueve las montañas, recordándonos que “Dios es por nosotros, vence las tinieblas, su reino establece, no será movido”.

Fue evidente el lugar especial que estableció para adorar a Dios con los himnos “Cuál grande es Él” y “Te bendeciré por siempre”, y expresó que un cristiano exitoso es aquel que puede decir esto sin importar qué esté pasando. Al respecto, hizo mención de su madre, un gran testimonio de perseverar en la presencia de Dios, quien pasó por dos procesos de cáncer y aun así proclama que esta está en victoria y que Dios es bueno.

“Si te mantienes fiel verás las fidelidad de Dios; si quieres ver una gloria mayor tienes que cambiar algunas cosas, entrar más profundo”, son palabras que expresó tanto para compartir con el público como para ella misma, pues esto es lo que Dios le habló en la intimidad. Y agregó: “Dios no se impresiona de cantantes, lo que el mira es el corazón”, dejando en claro que su gran deseo es agradar al Señor.

Lo que siguió fue… ¡una verdadera sorpresa! Ingrid dio a conocer en Elegidas 2019 una gran primicia que estará en su nuevo disco: “Confiaré, siempre confiare, cantaré siempre cantaré”. A través de la letra de este nuevo tema enfatizó una vez más que Dios es fiel y agregó el clásico himno cristiano “Grande es tu fidelidad” que todos cantaron desde la memoria y a viva voz. En este espíritu, todos juntos en armonía pronunciaron “Gracias Cristo, oh cuán sublime amor” y “Somos amantes de tu presencia y siempre queremos ser”.

Para concluir, la canción elegida fue “Por el poder de tu amor”, con la cual llevó a cada una de las mujeres presentes a ponerse en el lugar de un águila que sube por encima de las nubes en medio del proceso. “¡Levántate!”, dijo con firmeza. Por supuesto, no se olvidó de mencionar a Argentina y se refirió a ella también como un águila, cuyo tiempo para que resplandezca es este.

“Dios tiene el poder, roca inamovible es Él” cantó y saltó junto a su hijo para despedirse.