Para comenzar, la pastora declaró sobre las miles de mujeres presente en el estadio Orfeo: “A partir de ahora tiene que haber un proceso de tu vida” y continuó afirmando: “Un corazón, cuando está herido, se llena de odio y solo Dios puede sanar tu vida y tu mundo emocional”.

Minutos después, citó el versículo ubicado en Filipenses 3:13-14 e hizo referencia a que es imposible aferrarnos a lo nuevo si no tomamos la decisión de ser libres y sanadas. “Somos sus hijas, somos sus herederas, pero hay que tener fe para creerlo”, animó la pastora Belart, “nuestro destino es tener conciencia de quienes somos y que Dios es nuestro padre”, siguió.

La pastora continuó su mensaje explicando que saber quiénes somos marcará la diferencia para valorarnos a nosotras y también a los demás. Luego, leyó el versículo Romanos 8:15-17 y enseñó que espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.

A continuación, la pastora exclamó a viva voz: “El señor te dice que vayas a él cuando estés cansada” y declaró con júbilo: “Va a comenzar un nuevo tiempo, las cargas del pasado son quitadas y comenzarás a extenderte a lo nuevo”, haciendo referencia del versículo citado.

Explicó, además, que muchas veces pasamos nuestra vida enfocadas al pasado y nos cuesta vivir el presente, los años pasan y en algún momento tenemos que tomar la decisión de dejar esas cosas que nos postergan en la vida y creerle a Dios.

“A Jesús lo mueve el amor, lo mueve la misericordia y rompe con todo proceso” expresó la pastora. Por último, señaló como versículo final el pasaje de las Escrituras en Juan 4:10 y enseñó que, si confiamos en Dios nos va a ir bien, solo Dios puede llenar nuestro corazón. Momento después, profetizó sobre las miles de mujeres presentes en el auditorio diciendo: “Cuando otros se cansaron de vos y te ignoran, Dios viene en ese mismo momento para decirte aquí estoy para abrazarte, amarte y para que vuelvas a soñar”.

Para finalizar la conferencia, la pastora de la casa, preguntó: “¿Cuáles son tus problemas?, hay esperanza mujeres, cuando la aflicción es tan grande debes a cuidar a la fuente correcta, pero para eso, Dios debe confrontarte y quitarte aquellas cosas que le hace daño a tu vida” siguió afirmando.

La segunda conferencia del sábado, a cargo de la pastora Silvina Belart, culminó con miles de mujeres que recibieron a Jesús para que El sane su corazón y así poder extenderse a lo nuevo, seguir avanzando dejando su pasado atrás.