Se dio inicio a la primera plenaria de la mañana del Domingo de la mano de “Igna de Suárez”.

La pastora saludo a la multitud y declaró: “los cascarones viejos quedan atrás”, “estamos siendo transformados por Dios”, luego oró a Dios por las personas presentes dando gracias. en el inicio del mensaje dijo: “los ministerios que Dios dio a la iglesia son para perfección de los santos”, y “la presencia de Dios es lo único que puede transformar nuestras vidas”. Comentó luego que hace más de 40 años sirve al señor y conocerlo a Él fue un devenir continuo de gloria. Tres niveles de presencia fue lo que señaló la pastora de mujeres por medio de los cuales todos los presentes conocieron si eran superficiales o de aguas profundas: La omnipresencia de Dios (Dios en todo lugar). Su presencia manifestada de manera intermedia, y Su presencia Revelada. Cuando tu espíritu y alma experimenta la manifestación completa de Dios. Como Pablo se encontró con Jesús, remarcó la pastora.

Ya tras introducir su enfoque de mensaje, la pastora Igna de Suárez desarrolló punto por punto cada nivel:

1) Génesis 28:10-22 fue el pasaje que cito la pastora para hablar del primer nivel llamado: OMNIPRESENCIA (BET-EL). En el pasaje la pastora narró la historia de Jacob encontrándose con Dios en el lugar llamado Luz. El cual fue renombrado en Bet-El por haberse encontrado Jacob con Dios. La pastora de mujeres explicó que Dios se le reveló a Jacob y le dio una promesa, la cual ya había dado a sus ancestros. Y le remarcó que Dios no lo va a dejar hasta que no termine lo que se propuso hacer en su vida. “Le promete que estará con él” remarcó la pastora ¿Produjo cambios esta revelación en la vida de Jacob? El único cambio fue el nombre del lugar. Todavía Jacob piensa en él y en las bendiciones materiales que desea tener. “Que dejemos de vivir de emociones, para vivir de experiencias reales de Dios”, “anhelo la profundidad de Dios” enfatizó la pastora Igna.

2) PENIEL: UNA EXPERIENCIA INTERMEDIA. Génesis 32:22-30 fue el otro pasaje de la palabra de Dios leído por la pastora de mujeres para enseñar el segundo nivel de experiencia con Dios. Jacob de camino a casa con sus mujeres e hijos, luchó hasta que el ángel de Dios le cambió el nombre a Israel. Llamó Jacob a aquel lugar Peniel. Jacob en aquel lugar fue confrontado con su propia condición de tramposo y mentiroso. Por eso el ángel le cambió el significado de su nombre a “El que lucha con Dios” Israel. Con este relato la pastora Igna de Suárez enseñó que Jacob allí reconoce quien es el mismo, y es en ese momento cuando es transformado y cambiada su identidad. “El cambio de carácter fue la bendición que Dios le dió a Jacob”, “revelación trae transformación, y eso nos lleva a vivir a una dimensión mayor” declaró la pastora con fuerza.

3) REVELACIÓN GLORIOSA DE LA PRESENCIA DE DIOS: EL-BET-EL. Génesis 35:1-7 fue el último fragmento de la biblia que la pastora citó, por medio de cual explicó el encuentro directo y cara a cara con Dios que tuvo Jacob. “Israel ya no hace tratos con Dios” remarcó la pastora. Aquí Dios le pide a Israel que cumpla lo que le prometió Jacob por primera vez. La pastora igna enseñó que Dios le pidió adoración en su presencia. A esto le añadió que Dios exhortó a Israel a dejar a sus ídolos, y los ídolos de sus siervos y esposas. “Porque allí vive la presencia de Dios”, “se determinó a establecer conductas correctas”. Jacob levantó allí un altar llamado El-Bet-El (El Dios de la casa de Dios). Para cerrar la enseñanza la pastora explicó que es la revelación completa de la presencia de Dios lo que transforma nuestras vidas. “El Dios de la casa de Dios” exclamó la pastora y oró a Dios por su presencia y bendijo a las mujeres presentes, alentando a las presentes a buscar la presencia profunda y transformadora de Dios.