admin   /   octubre 12, 2019

¡COMENZÓ ENVIADOS!

En el primer día de «Enviados», el apóstol Carlos Belart sembró una palabra que nos llamó a extendernos y ser de bendición para otros.

Este viernes comenzó «Enviados«, así se titula la primera conferencia misionera que se celebra en la iglesia Cita con la Vida y que ha reunido a cientos de personas que serán capacitadas para llevar el Evangelio hasta lo último de la tierra. Serán tres días de inspiración y desafío que revelarán en los corazones la esencia de la «gran comisión».

Todo el tiempo invertido en preparar cada detalle dio sus frutos al abrir las puertas del gran santuario, casa central de la iglesia. Con entusiasmo y un corazón de servicio, los pastores Tigani Belart dieron la bienvenida a los participantes y se mostraron felices por dar inicio a un evento que nació en el corazón de Dios.

Los pastores Mihalec, principalmente abocados al departamento misionero de la iglesia, también dieron la bienvenida y recalcaron la importancia de orar y sembrar en las misiones.

A continuación, el apóstol de la casa Carlos Belart compartió una sencilla pero poderosa palabra de parte de Dios. Para comenzar, narró cómo Cita con la Vida empezó a involucrarse en la obra misionera. Mediante contactos con la iglesia Centro Cristiano, se comenzó a enviar ofrendas a misioneros del mundo. «Cuando se comenzó a ofrendar para las misiones, la economía de la iglesia creció como nunca antes», aseguró. El mensaje estuvo cargado de testimonios que el pastor Belart ha cosechado a lo largo del ministerio, testimonios que hablan de un profundo amor hacia las naciones.

Con la Biblia en su mano, se dirigió al capítulo 47 del libro de Ezequiel, de donde rescató algunos conceptos. En los primeros versículos, el pastor destacó tres visiones específicas que el profeta experimentó: una entrada, un camino y un mundo exterior. Con respecto a esto, recalcó que «toda visión genera una misión», y esa misión es la que nos hace salir de nuestra comodidad y extendernos hacia lo que el Señor desea. Además, agregó que al salir al exterior, «Dios respalda sobrenaturalmente a los misioneros» y, en consecuencia, «el Espíritu Santo será nuestra carta de presentación donde vayamos».

Por otro lado, afirmó que «todos tienen que saber quién es Jesús», y que esa es la tarea que nos ha sido encomendada. Agregó también que el agua mencionada en el capítulo de Ezequiel es la que principalmente debe salir, extenderse y saciar a otros. Esa misma agua, la palabra de Dios, debe fluir desde el templo hacia todos los rincones, ya que «mientras estemos en el templo, las aguas están contenidas pero no sanan naciones».

Para finalizar, se abrió el altar y el pastor oró para que el fuego del Espíritu Santo se encienda en los corazones y declaró: «No hay cosa más hermosa que gastar tu vida sirviendo a Dios ¡Te está esperando el mundo!».

Así concluyó la primer jornada de «Enviados», la conferencia misionera que abrirá brecha en esta generación y encenderá la pasión por extender el Evangelio a toda lengua y nación.

Ver más