CONFERENCIA MISIONERA: SEGUNDO DÍA
El segundo día de «Enviados» fue poderoso. Disfrutamos de mensajes motivadores de parte de los invitados especiales y presentaciones que conmovieron a los presentes.
Durante la mañana del día sábado, la palabra de Dios fue central. Después de un cálido momento de alabanza y adoración, Nora Bloj compartió un mensaje integral acerca del llamado misionero transcultural. Ella es directora de un programa de capacitación misionera en la región del Cáucaso y misionera en Polonia. En su prédica, explicó que el modelo misionero de Dios rompe barreras y tres tipos de paradigmas: el social, el prejuicio del etnocentrismo y la reputación. Además, recalcó que «para ser enviados tenemos que aprender el camino del servicio».
Llegado el mediodía, el pastor Donald Exley habló sobre el Señorío de Dios en nuestras vidas como algo elemental. El misionero, que llegó en los años ’70 a Argentina con el propósito de plantar iglesias, diferenció el concepto de «ir» y «ser enviados». Y aclaró que «somos partes de un gran equipo de enviadores y enviados». Con respecto a la base de su mensaje, preguntó “¿quién dirige los pasos en tu vida?”, remarcando que nuestra devoción y amor a Dios debe ser total y absoluto.
SEGUNDO BLOQUE: PRESENTACIONES Y PALABRA DE DIOS
Ya entrada la tarde, durante un receso que duró algunas horas, se llevó a cabo «Vive». Fue en el edificio contiguo al santuario y se trató de un espacio en donde se conjugaron diversos stands representando naciones, agencias misioneras e incluso misioneros dispuestos a compartir sus experiencias. Luego, a la hora estipulada, comenzó una serie de presentaciones especiales: cada una reflejó el amor de Dios por las naciones. A través de la danza, canciones y puestas teatrales, se levantó el nombre de Jesús.
El pastor Stanley Clark, actual director general del Centro de Capacitación Misionero Transcultural en Argentina, fue el encargado de compartir un mensaje inspirador durante la tarde. Se refirió principalmente a la postura que debemos tomar como enviados: vulnerables, mansos y humildes; ir a la misión como siervos. Aseguró que debemos «ir más allá del límite de nuestra compasión» ya que seremos enviados a los que no quisiéramos ir nunca, a los que más lo necesitan.
El día sábado finalizó con más expectativas que el comienzo de esta conferencia misionera. Se respiró un clima de celebración, entusiasmo y gran alegría tanto en la alabanza como en la adoración.
Presentado por el pastor Sergio Belart, el misionero Donald Exley dirigió un momento de capacitación para finalizar la jornada. Su mensaje se centró en despertar nuestra pasión por aquellos que todavía no conocen el Evangelio. Explicó que «en nuestras manos está el poder de la vida y muerte de miles de personas que esperan a que les prediquemos», y agregó que la oración cumple un rol vital en esta tarea. Por otro lado, mencionó que «cuando alguien es enviado tiene asignada una misión» y, por lo tanto, «algunos van a tener que morir a sus propios deseos para que el llamado de Dios se active». Acompañado de su testimonio y algunas anécdotas, el pastor ilustró en el mensaje que «Dios quiere que veamos con compasión las multitudes sin rumbo y afligidas».
Para finalizar un día que marcó la vida de los presentes, el pastor oró por obreros que sepan escuchar la voz del Espíritu Santo para poder ver y sentir la necesidad que los rodea. El altar se inundó de la presencia de Dios y de decenas de personas comprometidas, que entendieron que son enviados hasta lo último de la tierra.